jueves, 4 de enero de 2018

FELIZ DÍA DE REYES

* Gustavo Antonio Rangel

Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.


Ciudad de México a 05 de Enero de 2018


FELIZ DÍA DE REYES

El 6 de enero, es la fiesta de los niños de México. 

Es cuando la fantasía se vuelve pronta y fresca porque van a venir los REYES MAGOS. 

Se trata de la tradición en la que los niños sueñan despiertos, y a decir de ellos: "viendo de verdad un elefante hermoso y largo, cual ferrocarril cargado de juguetes".

a la memoria de José Antonio Peñaloza.



FELIZ DÍA DE REYES
Por Gustavo -Antonio Rangel



¿ Cuándo llegaría la Noche de Reyes ?...la pregunta resonaba una y otra vez al interior de la cabeza...

La respuesta: Sólo una vez al año.

Los niños, entonces, teníamos la preocupación del tiempo.

Niño: El único ser humano que no necesita relojes.

Los días previos pasaban espesos, aceitosos y en blanco, sin que llegará la noche apetecida.

Una noche que se preparaba, cuando en un rinconcito de la mesa del comedor, escribíamos la carta de rigor: QUERIDOS SANTOS REYES.

Eran unas cartas en el que el número de juguetes solicitados rivalizaba con el pedido mercantil de una gran juguetería.

Las faltas de ortografía se mezclaban con las promesas de portarse bien.

-No, niño, no se escribe majos, sino magos-.

Las cartas las escribíamos más con la goma de borrar que con la punta del lápiz, igual que Lope de Vega recomendaba a los poetas. “Oscuro el borrador y el verso claro”.

Luego venía la ceremonia minuciosa de los zapatos.

Había que quitárselos cuidadosamente para no enredar las cintas, y al fin, zapatos, ponerlos al pie del árbol de Navidad.

Dejar abierta la puerta de la recamara para que los reyes magos entraran fácilmente a depositar los juguetes.

Sí…depositar los juguetes en aquellos zapatos viejos de lengua de fuera por tanto corretear entre el zaguán, las macetas y el recreo...¿una pelota, un trenecito de cuerda, una cajita de música, un carrito de bomberos, un chango de peluche, una bicicleta?...

Los niños nos íbamos a la cama, nunca, con tan sumisa obediencia como en aquella noche algodonosa y estrellera, metidos en sábanas friolentas y nerviosas; los ojos parpadeantes en una espera larga de reyes, de elefantes, de cajitas de música, de pelotas y dulces. 

Por ahí decía mi madre: Van a venir los reyes magos a traer juguetes.

Lástima que mi madre siempre añadía un “Sí” condicional: Sí te portas bien.

Era tan difícil portarse bien a la edad de ocho años, con cinco hermanos, dos tías y un perro pinto.

Si no te duermes pronto, no llegan los Santos Reyes. Ay, otra vez el “sí” condicional.

Nosotros fuimos niños antes de la internet y los juegos electrónicos “playstation”.

Es decir,  teníamos la fantasía pronta y fresca.

Soñábamos despiertos viendo de verdad un elefante hermoso, un camello de ojos grandes y un caballo “pura sangre”.

Por eso, el 6 de enero, sigue siendo una fiesta de guardar para los niños de México; tan sólo, porque el juguete será traído directamente del cielo a los zapatos.

Y es que de acuerdo a la tradición, el niño y/o niña es complacido por los tres reyes magos venidos del Oriente.

Esto es porque en su inmensa pequeñez no cabe en ninguna definición, en ningún casillero lógico.

De ahí que el día de Reyes en México, está entre la interrogación y la admiración, entre la realidad y la fantasía, un pie entre el suelo y otro en las estrellas.

Realismo Mágico, que nos dice que la infancia concluye el día en que sabemos que el cielo no cabe en los zapatos.


*Con información del Libro: México Mi AMOR.


* Gustavo Antonio Rangel

- Periodista Católico de la Diócesis de Teotihuacán.

- Es Investigador especializado en Neopersecución de Sacerdotes en México, de 2006 a la fecha.

- Desde 2007, Coordina la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial C.C.M.

- Ha ganado el Premio Nacional de Periodismo Católico 2008.

-Ha sido Profesor de los Talleres de Radio y Televisión de la Universidad Salesiana de México.






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